Las Ideas Latinoamericanistas en el discurso de Néstor Kirchner: Recuperación del proyecto político integracionista y construcción de una nueva hegemonía discursiva. Viviana Mariel Burton. USAM. Enlace al PDF con la tesis completa al final del artículo.
“Las ideas y las opiniones no nacen espontáneamente en el cerebro de cada individuo: tuvieron un centro de formación, irradiación, difusión, persuasión, un grupo de hombres o también una particular individualidad que las elaboró y las presentó en la forma política de la actualidad”.
Antonio Gramsci
Imaginemos una hipotética escena donde, luego de doscientos años, se reunieran nuevamente los Libertadores Simón Bolívar y José de San Martín. Una escena que transcurra no en Guayaquil, sino en Quito esta vez, sentados frente a la sede de UNASUR, y donde San Martín mirase a Bolívar con ojos expectantes y le preguntase: ¿Hemos arado
en el mar?
Que Latinoamérica ha sido un territorio de cambios sociales, políticos y económicos en los últimos años ya no resiste discusión. Existen en la actualidad numerosos trabajos de intelectuales y académicos que investigan, analizan y piensan el presente y el futuro de la región.
El nuevo ciclo político que comenzó en Argentina con la llegada de Kirchner a la primera magistratura en 2003, está inserto en la coyuntura latinoamericana donde por esos años también otros países de la región atravesaban procesos de recambio político en sus respectivas magistraturas como resultado de la crisis institucional, social y sobre todo económica producto de la profundización de los procesos de globalización y la implementación del neoliberalismo durante las décadas de los ochenta y noventa. Las políticas del Consenso de Washington y las recetas económicas auspiciadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), propiciaron una oleada de estallidos sociales que posicionaron como nuevos actores políticos a las diferentes organizaciones (sociales, piqueteras, estudiantiles, indigenistas) surgidas al calor de las crisis.
El desmantelamiento de los Estados y las diferentes crisis político-institucionales ocasionaron el descrédito de la
clase dirigente y una pérdida de representatividad política, poniendo en peligro los procesos democráticos que había transitado la región desde mediados de la década de los ochenta. Desde fines de siglo XX y en los primeros años del nuevo milenio surgieron entonces varios gobiernos con tendencia de izquierda que compartieron la idea de que era necesario
establecer un bloque regional para poder posicionarse mejor ante la nueva economía global.
Los líderes regionales se percataron de que experiencias como el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN) no iban más allá de acuerdos comerciales, que poco contribuían a la construcción de una identidad latinoamericana y caribeña. Algunas de las ideas centrales sostenidas por Kichner y defendidas y compartidas
con los otros líderes en América Latina y el Caribe son la revalorización política de una cultura y una historia compartidas, una revisión histórica motivada por la proximidad de los bicentenarios de las independencias en la región y la necesaria construcción de un imaginario colectivo, que contribuyera al logro de la integración y a la estabilidad política, con autonomía en las decisiones internas y la recuperación del rol del Estado en los procesos de inclusión de los sectores marginados, profundizando de esta manera los procesos democráticos de la región.