Por Héctor Gagliardi, poeta y letrista argentino (1909- 1984).

^{Héctor Francisco Gagliardi:  Letrista y poeta argentino, alias: El Triste, El Viudo.}

Nació el 29 de noviembre de 1909, en Buenos Aires, Argentina. De procedencia humilde, perdió a su padre siendo un niño. Pasó su infancia y juventud en el barrio de San Telmo. Con veinte años, comenzó a escribir versos. Las temáticas oscilan entre la infancia, su escuela /que era pública y en dónde fue feliz/, las maestras, (a quienes agradece en su memoria y que evoca conllevándonos al amor y las lágrimas) y hay algunos otros dedicados a Racing Club de Avellaneda, Argentina, club del que era hincha.

^{Racing Club, formación en 1906}

Fue amigo del poeta Celedonio Flores, quien le propuso recitar sus versos en público. Una noche en un café lo escuchó Tito Martínez del Box, productor del programa de Jabón Federal, y lo llevó a Radio Belgrano, para recitar sus poesías. Acto seguido, le ofrecieron trabajar escribiendo libretos en el programa “Mediodía Porteño”, con la orquesta de Francisco Canaro, que se convirtió en todo un éxito. Hizo giras por Tucumán y Santiago del Estero, junto a todo el elenco de la radio.

El sapito

(audio en voz de Camila Ossorio Domecq hacia el final)-

“El segundo Adelantado fue…

Don Pedro de Mendoza”

Lo dijo con voz gangosa

el “Sapito”, abatatado…

Yo, que me había agachado
para poderle “soplar”…

La maestra entró a gritar:

-¡Ese niño bien sentado…!

 Ya estaba arañando el cero

por no saber la lección…

Su tabla de salvación

fue la entrada del portero.

Con la maestra, primero,

no se qué hablo despacito,

y se fue con el “Sapito”,

que salió más que ligero…

 Yo no sé lo que pasaba…

la maestra nos miró…

Después… al rato, tosió

con un algo que la ahogaba…

En silencio se sacaba
“las mentiras” de los dedos…

¡Y para colmo el recreo,

como nunca demoraba!

 Después… habló suavecito,

-ella que siempre gritaba-:

nos dijo “que lamentaba”

“que a nuestro compañerito”..

“de que el Destino maldito

lo castigó con crueldad…”

¡Había muerto la mamá
de Luis Otero, “el Sapito”!

Como luz pensé en la mía

que siempre me reprochaba,

que a disgustos la mataba…

de que en la calle vivía…

Yo en mi casa me aburría…

no había con quien jugar…

pero… ¿podía preguntar

hasta dónde la quería…?

 Al salir, con el “Pelado”,
nos fuimos de una escapada.

Contra la puerta entornada,

uno de negro, parado…

¡me quedé más amargado!

Yo al Sapito lo quería…
¡Siempre juntos desde el día

que fuimos a primer grado!

 Aprendimos a escribir

y a copiarnos en pareja…

Y ahora quedaba sin “vieja”…

¡Cómo había de sufrir..!

Le iba a dar para elegir

la bolita que quisiera…

aunque fuese “la lechera”

que era todo para mí…!

 Para casa disparé

sin pasar por “la cortada”

Cuando mi vieja atareada
me iba a servir el café,

del batón me la agarré…

Y aunque la hice llorar,

con furia la entré a besar

como nunca la besé…!

Publicó su primer libro, Puñado de emociones, en 1941, y más adelante publicó: Versos de mi ciudad (1944), Por las calles del recuerdo (1946), Esquina de barrio (1949) , y El sentir de Buenos Aires (1975).

Entre sus letras se destaca el poema “Reyes Magos”, que escribió en ocasión de la Segunda Guerra Mundial.

Acuñó su voz y estilo, tanto en la letrística de Tango, como en la poesía, cuyo género es poesía lunfarda.

Falleció a los 74 años, un 19 de enero de 1984, en Mar del Plata, Argentina.