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Por Sergio Pesce, escritor contemporáneo argentino, de Salpicaduras (obra Poética), Ciudad de Buenos Aires, edición de autor, (2001).

Audio en voz de Camila Ossorio Domecq

Sergio Pesce nació en la Capital Federal., en 1968. Apasionado lector, estudió las carreras de Letras y de Edición.

Poeta atrapado en el duro mundo de las letras, su poesía y la literatura ostentan el retrato, la devolución de su mirada en el espejo, esa que nos muestra todo lo que Es; aún desde el hambre, aún desde el deber, aún desde la exigencia que devuelve al hombre la propia fantasía y el rudo deber de vivir. Entre sus obras se destacan: Agentes (1995), Cabezas (1997), Cuchillos largos (1998), El Pibe (1998), La caída de los cuartos (1999), Marginalidades (1999), Cenizas (2000) Salpicaduras (2001), La Herencia (2008), La Maldita (2012) y Papelitos (2017).

Escribió en La Periferia durante dos ciclos. También escribió en la revista Boca de Sapo, revista de la Facultad de Filosofía y Letras. Como poeta, formó parte del ciclo más importante de Poesía de los últimos años, Maldita Ginebra.

Pompa

Pernocta. En fibras de neón, la pilcha; agujereados los colchones, se ve sin parpadear, la telaraña de las calles, el imposible dibujo de los interminables itinerarios que se cruzan y se destruyen a medida que desaparecen. El letal latir de la pompa cuando estalla, y no le quedan más que unas gotas de sí. Parte. Arde en el latir el cuerpo desordenado. Parte. De la arenga lúcida de la horca, derrite lenguas en los labios, luce, desprejuiciadamente, su ternura de psicópata, su grillete de lágrima escondida.

Hacer dolor. Sacar al aire por la borda; y lo que borda raspa, arroja de su borde cicatrices, escudos de palabras que atesoran la noche, los baldíos de la lluvia.

Lo que los demonios buscan, en el fondo, es ser comprendidos, y por eso lloran, desconsoladamente.