Por Camila Ossorio Domecq para Argentina en Red
Audio del poema en voz de la autora al final de la página
Perdón Sr. Juez
Perdón, Sr. Juez, que insista
yo estoy implicado en su muerte
pero no… No fue así como dijo
ni afirma el testigo ocular;
Yo a ella la amaba a morir,
hasta mi muerte la amaba.
Y muriendo mi muerte fui
de tanto que yo la amaba.
Muriendo mi muerte fui
y matándola yo estaba.
Y mis venas recorrí
con gillette y sangre al alba.
Y la sangre y el vino
-el mismo sabor se gestaba-
salté del cuenco del vino,
salté hacia el cuenco del agua.
Y la mañana nacía
-ya ella no respiraba
preso por siempre preso
en la imagen desgarrada
de un cuchillo entre mis manos
y su vida desangrada.
Perdón, Sr. Juez, que insista
pero no supe yo nada,
nada de lo que hacía
cuando a ella yo mataba.
Ni tampoco me lo explico
por qué vivo sin la gracia
de haberme concedido Dios
la muerte la noche al alba.
Porque ella ya no está
y yo estoy ya en la nada,
la nada del precipicio
que me arranca la mirada.
Sus ojos pardos abiertos,
la boca entrecerrada
y yo preso en un penal
de seguridad máxima.
Sr. Juez, sí, le digo,
fue violento, cuando dijo:
“no quiero saber más de vos”
y confundí sangre y vino.
“No quiero saber más de vos”
es lo que ella me dijo
y me obligó a matarla:
fue ése su último destino.
Será Poesía
Del libro <<En el nombre de tu Nombre>>, Camila Ossorio Domecq, (2017).
Muy bueno Camila. Y profundo!