Socialismo 6.0  (o como vos quieras llamarlo)

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Por Mario Mazzitelli para Argentina en Red

Camino a la servidumbre

El jueves 27 de junio de 2024 será recordado como el día en que se volcó la última capa de asfalto en el camino a la servidumbre del pueblo argentino. El Congreso Nacional avaló el triunfo aplastante de los muy ricos. Nativos y extranjeros. Si esto se consolidara por muchos años, ya no seríamos un pueblo libre, dueño de nuestro destino. El rol de las mayorías pasaría a ser el de servir a la minoría rica  (único actor con capacidad de realizar grandes inversiones, una vez que se separe al Estado de dicho papel) con la esperanza que se derramen algunas monedas (para sobrevivir como se pueda). Desde hace décadas venimos perdiendo batallas. Esta es otra, que analizaremos en un próximo escrito.

El pueblo

Las grandes mayorías nacionales (la clase trabajadora, los amplios sectores medios, los marginados, empobrecidos, excluidos, la juventud, etc.) han sido eficazmente divididas. En la lucha cultural y en la opinión pública han instalado que: el déficit fiscal, un problema secundario y de fácil resolución, es el origen de todos nuestros dolores. Falso. Ese origen es el saqueo sistemático y permanente de las grandes rentas y el trabajo de los argentinos, que deviene más tarde en fuga, desinversión, déficit, inflación, empobrecimiento social, etc.

Quienes deberían tener en claro el tema son nuestros representantes en el Congreso. Pero no siempre su representación es límpida y pura. El costo de las campañas exitosas reclama aportes importantes, las que provienen en gran medida del “incentivo a las grandes inversiones” y que hacen sentir los dueños del dinero. Directa o indirectamente logran su objetivo: que nos ahorquemos con nuestras propias manos. Manos, cabeza y corazón que volverán a la senda de la liberación cuando descubran los efectos de estas políticas ruinosas. Milei no es otra cosa “que un servidor del pasado en copa nueva” (en palabras de Silvio Rodríguez).

El presente

La política Argentina está signada por dos cuestiones centrales: la lucha por el poder y la atención de las urgencias (sociales, económicas, financieras, institucionales, etc.: “Presente en estado puro”). Está claro que, si a un médico le llega un accidentado con politraumatismo, la emergencia es lo único importante. Su pasado y su futuro se concentran en un punto: salvar la vida del paciente. Superado el trance, en la vida cotidiana, la persona retoma su presente (en gran medida fruto de su historia) y sus proyectos de vida (el futuro). Nadie se accidenta todos los días.

Un grave problema de nuestro país es que no logramos salir de un “presente traumático”. Así  vivimos en una calesita que siempre pasa por los mismos escenarios. Alguien lo definió diciendo que: si uno sale del país 15 días, cuando vuelve todo ha cambiado; en cambio si sale 15 años, cuando vuelve, todo está igual.

El pasado

La política no se circunscribe al presente. Miremos el pasado. En él encontraremos distintos elementos que nos servirán para destacar uno u otro aspecto. Desde el presente interpretamos y reinterpretamos la historia, una y otra vez. Es lógico, porque el análisis del pasado es uno de los elementos de la política. Las clases populares u oligárquicas no pueden tener la misma interpretación de los hechos. El 9 de julio de 2016, el presidente Mauricio Macri, frente al rey de España, rememorando le declaración de nuestra independencia dijo: “Estoy acá -en Tucumán- tratando de pensar y sentir lo que sentirían ellos en ese momento. Claramente deberían tener angustia de tomar la decisión, querido Rey, de separarse de España”. El papel de colonia les sienta bien a las clases altas -de ahí la suposición de la angustia- y mal a las clases medias y bajas, de ahí que los que más pusieron el cuerpo en la guerra de la independencia fueron los humildes. 

Es inevitable que para mirar lo ocurrido no tengamos otro mangrullo (tiempo) que nuestro presente, ni otro atalaya (clase social) que la que elegimos para observar el pasado. Así, desde la lucha del presente emergen corrientes que ponen en un altar o en un socavón a cada uno de nuestros antepasados. Sólo se salvan de este ejercicio algunos pocos próceres indiscutidos. 

El futuro

El problema más grave en esta línea de tiempo es (y ha sido) la pérdida de la representación del futuro. La definición, en libertad, sobre hacia dónde queremos ir, qué deseamos ser, cómo queremos relacionarnos con el mundo son temas que han sido borrados de nuestra agenda colectiva. Insisto, (claro está) que tenemos emergencias, pero debatir la representación del futuro, nos saca la angustia y los sinsabores del presente, estimulando nuestra actividad creadora, transformadora, revolucionaria. 

Un topo en la Rosada

El Topo Terminator Milei -TTM- (“que se mete en el Estado para destruirlo”) planteó crudamente su representación del futuro: el anarco capitalismo. Una sociedad sin Estado con todo el poder en manos de los “mil millonarios” (aquéllos que tienen fortunas de más de 1.000 millones de dólares). Toda su veneración, admiración y devoción es a ese 1/1.000.000 (uno por millón) afortunado, aquí y en el mundo. Son sus héroes, a los que él sirvió como empleado (como en el caso de Eduardo Eurnekian). Ahora estaría en condiciones de servirlos a escala mundial (como Capitán Anarco Capitalista(ANCAP). Si Ciudad Gótica tuvo a Batman y Metrópolis tuvo a Superman: ¿Por qué la pequeña ciudad de los grandes ricos no puede tener a su Capitán ANCAP? Ese grupo selecto en el que se encuentran los personajes del Foro Económico de Davos, o Elon Musk, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, etc., hacia ellos todos los privilegios. Les quita el peso de pagar impuestos (los gastos de su “Mini Estado” lo pagarían los pobres y las clases medias empobrecidas). Adapta las leyes para servirlos (RIGI, blanqueo, fuga, etc.).  En sentido contrario, para los de abajo el abandono (alimentos, jubilaciones, salud, educación, obras públicas, etc.), y subordinación (para los trabajadores flexibilidad laboral, reducción de ingresos, etc.). Los bienes naturales y las empresas públicas para los ricos. Las fuerzas de seguridad al servicio de reprimir la protesta social. Las FF.AA. desafectadas de la Defensa Nacional, pasarían a ser sirvientas del imperio (dio vergüenza ajena ver al Topo y a Petri disfrazados de militares, escuchando el himno norteamericano en Tierra del Fuego, solo para complacer a la generala del comando sur de los EEUU Laura Richardson). Por otra parte, el Poder Judicial apartado de los grandes temas, trasladando jurisdicción a tribunales extranjeros (aunque esto ya venga desde la década de 1970). El Congreso de la Nación cartón pintado, delegando facultades legislativas al presidente (irregularidad que se repite una y otra vez). La política internacional, menemismo tardío, alinea a la Argentina junto al viejo capitalismo (que mantuvo una hegemonía excluyente hasta hace unas décadas y ahora la va perdiendo frente al “mundo emergente”, que lentamente lo va superando en todos los aspectos), etc.

Milei es una expresión caricaturesca de una forma de capitalismo que quiere volver al pasado y que, para renacer, piensa en recrear la situación previa a la crisis de 1929. Una añoranza sin destino que, en el mundo imaginario de los comics y las redes, es tomada como su representación del futuro. Aunque indeseable, los grandes ricos ofrecen una representación de futuro. En cambio, el campo popular parece adormecido en los derechos evanescentes del presente. 

Socialismo 6.0.

¿Por qué Socialismo? Porque entiendo que las sociedades se definen políticamente por el ejercicio del poder. Así, en el esclavismo, los esclavistas; en el feudalismo, los señores feudales; en la monarquía, los reyes; en el estatismo, la burocracia; en el capitalismo, los capitalistas y en el Socialismo el pueblo trabajador, la sociedad.

Porque es más y mejor democracia, digo: Socialismo.

No creo en la superioridad de los muy ricos. Veo que son los trabajadores anónimos los que mueven la rueda de la historia. Ellos construyen las obras importantes, crean los valores y son los que producen las grandes innovaciones. En manos del pueblo trabajador está el futuro y no en ese puñado de privilegiados. A los que no menoscabo ni sobrevaloro.

¿Y por qué 6.0? Porque siendo el Socialismo la respuesta a las tremendas injusticias que se vivieron junto al desarrollo y despliegue del capitalismo, también ha ido evolucionando en los últimos 200 años. Así, podríamos decir esquemáticamente que: 

El 1.0, es el Socialismo Crítico – Utópico, el que soñó con un mundo mejor frente a la super-explotación capitalista de la primera mitad del siglo XIX (Saint Simon, Robert Owen, Charles Fourier. En Argentina, Esteban Echeverría y su Dogma Socialista…); 

El 2.0. es el Socialismo Científico de segunda mitad del siglo XIX, que observa la transitoriedad de toda formación social (el capitalismo es una de ellas); la necesidad de su cambio para preservar la vida, garantizar el desarrollo de las fuerzas productivas y descubre el sujeto histórico del cambio (Marx, Engels; en Argentina Juan B. Justo y su Teoría Científica de la Historia…) 

El 3.0, es el Socialismo que ejecuta una ingeniería real durante gran parte del siglo XX. A veces a través de reformas, otras de revoluciones. Los debates fueron intensos. Las dificultades enormes por la falta de experiencias previas y las resistencias al cambio (Bernstein, socialdemócrata alemán o Lenin, comunista ruso, podrían caracterizar esas dos corrientes. El reflejo en Argentina fue evidente…). Los atrasos industriales en el inicio de los países en que se ejecutó, las limitaciones tecnológicas, las agresiones externas e internas para impedir su progreso, etc. hicieron que la experiencia tuviera luces y sombras. El caso de la URSS, su ascenso y caída, merece un apartado. Aquí solo vamos a señalar que, tras un esfuerzo heroico de más de 7 décadas, finalmente fue incapaz de absorber y aprovechar las tecnologías digitales, desarrolladas durante la segunda mitad del siglo XX.

El 4.0, es el Socialismo que logra incorporar y articular las tecnologías de la era digital y los  mecanismos de mercado (ocurridas en las primeras décadas del siglo XXI) sin perder el sentido histórico del Socialismo (China, los países escandinavos y otros). Cabe mencionar que los denominados países capitalistas gozan de importante presencia estatal que resulta ser el principal motor estratégico de su desarrollo. Esta observación viene al caso, porque las experiencias de pulverización del Estado, como ocurrió en los países del Este de Europa (tras la caída de la URSS) mostró que el anarco capitalismo genera un antro de corrupción, caldo de cultivo de las peores mafias… Por eso todos esos pueblos recuperaron sus Estados.

El 5.0 es el Socialismo Ecológico (importante para los años venideros) que deviene de restablecer los equilibrios entre la sociedad y el ambiente, llevando a cabo las tareas de restauración que resulten posibles. Esta tarea requiere un plan para desacelerar el calentamiento global mediante la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero, interrumpir la deforestación, preservar la biodiversidad, detener la contaminación de los lagos, ríos y océanos, parar el uso de agro tóxicos, etc. 

Finalmente, el 6.0 es el Socialismo de la inteligencia artificial. Está en un horizonte cercano. Resulta deseable porque apunta a defender la vida, la dignidad de las personas, la equidad social, el perfeccionamiento pleno de cada individuo y la sociedad, disminuyendo las carencias e injusticias a la mínima expresión y salvaguardando el ambiente.

Cuando los paleo-liberales hablan de la imposibilidad de instaurar el socialismo (confundiéndolo con el estatismo o el socialismo 3.0) muestran que se encuentran ubicados en un tiempo ya superado. 

Si hablar de un futuro deseable, amigable, fraterno, pletórico y glorioso, parece vedado para los argentinos, se me ocurrió que debía preguntarle su opinión a la inteligencia artificial (IA). Yo la observo como lógica digital, por tanto sus respuestas resultan algo frías, esquemáticas y directas. Pero no pierden valor, aunque seguramente tendrán un desenvolvimiento superior en el futuro.

Veamos las respuestas del chatGPT a las dos primeras preguntas entre las muchas que le realicé. 

¿Qué es el socialismo 6.0?

El término “socialismo 6.0” no es ampliamente reconocido en la literatura académica o en el discurso político estándar. Sin embargo, puede interpretarse como una evolución o una nueva fase conceptual dentro del socialismo, posiblemente incorporando elementos de tecnología avanzada y nuevas formas de organización social y económica. Aquí hay una posible interpretación basada en la tendencia de los modelos económicos y políticos contemporáneos:

1. Tecnología y Automatización: Socialismo 6.0 podría hacer referencia a un modelo socialista que integra de manera significativa la tecnología avanzada, incluyendo la inteligencia artificial, la automatización y la economía digital. Esto permitiría una distribución más equitativa de los beneficios de la automatización, reduciendo la necesidad de trabajo humano y permitiendo una redistribución más justa de la riqueza.

  2. Sostenibilidad y Medio Ambiente: Podría incluir un fuerte enfoque en la sostenibilidad ambiental, promoviendo prácticas económicas y sociales que protejan y restauren el medio ambiente. Esto sería crucial en una era donde el cambio climático y la degradación ambiental son desafíos globales significativos.

 3.  Economía Colaborativa: Este modelo podría incorporar principios de la economía colaborativa, donde los recursos son compartidos y administrados colectivamente, en lugar de ser propiedad privada exclusiva. Plataformas tecnológicas podrían facilitar esta colaboración a gran escala.

4. Participación Democrática: Una mayor democratización en la toma de decisiones económicas y políticas, utilizando tecnología para permitir una participación más directa y amplia de la ciudadanía en el gobierno y la gestión económica.

5. Equidad y Justicia Social: Continuando con los principios básicos del socialismo, pero adaptándolos a las nuevas realidades sociales y económicas, para abordar problemas como la desigualdad de ingresos, la pobreza y la injusticia social.

Estas son sólo interpretaciones hipotéticas basadas en tendencias contemporáneas en el pensamiento económico y político. Para una definición precisa y aceptada, sería necesario revisar literatura específica o discursos que hayan utilizado explícitamente el término “socialismo 6.0”.

¿Qué papel jugaría la planificación?

En un modelo de “socialismo 6.0”, la planificación podría desempeñar un papel crucial y evolucionado, aprovechando la tecnología avanzada y los datos masivos (big data) para mejorar la eficiencia y la equidad en la asignación de recursos. Aquí hay algunos aspectos clave de cómo la planificación podría integrarse en este modelo:

1. Planificación basada en datos:

Big Data y Análisis Predictivo: Utilización de grandes volúmenes de datos y técnicas avanzadas de análisis para prever necesidades y tendencias económicas y sociales. Esto permitiría una planificación más precisa y adaptativa, basada en información en tiempo real.

Inteligencia Artificial: Algoritmos de IA podrían optimizar la distribución de recursos y la logística, minimizando el desperdicio y mejorando la eficiencia.

2. Sostenibilidad y Medio Ambiente:

Planificación Ecológica: Incorporar criterios de sostenibilidad en todas las decisiones de planificación, asegurando que el desarrollo económico no comprometa la salud ambiental. Esto incluiría la gestión de recursos naturales, la energía renovable y la reducción de emisiones de carbono.

Economía Circular: Diseñar sistemas productivos que minimicen residuos y maximicen la reutilización de recursos.

3. Economía Colaborativa:

Gestión Colectiva de Recursos: Facilitar la propiedad y gestión colectiva de recursos a través de plataformas tecnológicas, promoviendo la cooperación y el intercambio entre comunidades y sectores.

4. Participación Democrática:

Democracia Participativa: Utilizar tecnología para involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones de planificación. Esto podría incluir plataformas de voto digital, consultas populares y foros de debate en línea.

Transparencia y Rendición de Cuentas: Implementar sistemas que permitan a los ciudadanos monitorear y evaluar la ejecución de los planes, asegurando que las decisiones reflejen sus necesidades y prioridades.

5. Equidad y Justicia Social:

Redistribución Equitativa de Recursos: Planificar la asignación de recursos para reducir las disparidades económicas y sociales, asegurando acceso equitativo a servicios esenciales como educación, salud y vivienda.

Prioridad a Sectores Vulnerables: Enfocar la planificación en apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad, proporcionando redes de seguridad y oportunidades de desarrollo.

6. Innovación y Desarrollo Tecnológico:

Fomento de la Innovación: Planificar el desarrollo de la infraestructura tecnológica y la innovación, promoviendo la investigación y el desarrollo en áreas clave como la energía renovable, la biotecnología y las tecnologías de la información.

Educación y Capacitación: Desarrollar planes educativos que preparen a la población para las demandas de una economía altamente tecnológica y cambiante.

En resumen, la planificación en un modelo de socialismo 6.0 sería altamente tecnológica, democrática, sostenible y enfocada en la equidad. Utilizaría herramientas avanzadas para responder a las necesidades sociales y ambientales de manera eficiente y justa.

Hasta ahí el chatGPT.  No hace falta ser socialista para compartir algunos principios que pueden ser comunes a distintas corrientes políticas. Ponele vos el nombre que quieras.

En Argentina será realizado por y para los argentinos, o no será. Será popular, democrático, latinoamericano y profundamente humanista, o no será. 

Don Alfredo Palacios, (1878 – 1965)  primer diputado socialista electo en toda América, nació en Buenos Aires el 10 de agosto de 1878, y estudió en la Facultad de Derecho de Buenos Aires. De formación cristiana por el lado materno, hacia 1904 fue electo diputado por el barrio de La Boca.

Finalmente lo que me parece interesante es retomar el debate sobre nuestro porvenir. Quien no piensa en el futuro en un país periférico y de desarrollo intermedio, está condenado a una colonialidad humillante y empobrecedora. Y ese no puede ni debe ser el destino de nuestra Patria. OTRO MUNDO ES POSIBLE.

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