Una pequeña observación sobre la estrategia Argentina en Malvinas
Por Mario Mazzitelli para Argentina en Red
La desorientación de la derecha nativa anglófila frente al tema Malvinas es histórica. En estos días se manifestó a través de una publicación oficial en la que escribieron Falklands. El gobierno no quiere hacerse cargo. Escribió Diana Mondino: “Respecto de la versión maliciosa publicada en la web del gobierno, estamos identificando al responsable para despedirlo. Vamos a ir a fondo contra cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses de los argentinos”. Como esta observación apunta a un dato estratégico no me voy a detener en lo escrito por la canciller. Sólo aclararle que fue Alfredo Palacios quien, en la década de 1930, reinstaló el tema olvidado por la oligarquía que pretendía que Argentina fuese una perla de la corona británica; esa labor la debería leer en el libro de Alfredo Palacios: <<Las Islas Malvinas Archipiélago argentino>>).
El asunto que quiero señalar, se circunscribe a darle a nuestra política exterior una guía para una orientación efectiva. Para eso hace falta entender la razón última del Imperio Británico, esgrimida desde lo más sublime de su inteligencia. Ahí tenemos una clave.
Dice Adam Smith en “La Riqueza de las Naciones”: “Si no se puede lograr que cualquier provincia del imperio británico contribuya al sostenimiento de todo el imperio, está claro que ha llegado el momento de que Gran Bretaña se libere del gasto de defender a esas provincias en tiempos de guerra y de sostener cualquier parte de sus gobiernos civiles o militares en tiempos de paz, y que en el futuro procure ajustar sus ideas y sus planes a la mediocridad real de sus circunstancias”.
Dado que la sabiduría de Adam Smith ha sido la guía intelectual de buena parte del cipayismo vernáculo, en buena hora que se lo lea para la defensa del interés nacional.
Concluyo:
Primero: Para los ingleses es un problema de costo/beneficio; si el balance económico es positivo, mantiene la colonización. Si es negativo se desprende, asumiendo la “mediocridad real de sus circunstancias”.
Segundo: El reconocimiento de la Soberanía Argentina sobre las islas sobrevendrá cuando el costo se les haga injustificable.
Tercero: Argentina no debe facilitarle nada al amigo/enemigo inglés. Debe trabajar para elevarle todos los costos (en el marco del derecho internacional, una diplomacia aplomada y el despliegue estratégico de sus fuerzas armadas) y bajarle los beneficios a la mínima expresión. Solo así se sentarán a negociar los términos de su devolución. No lo digo yo. Lo dice Adam Smith.
Serán!!!!!