El desconocimiento y la urgente alfabetización cooperativa
En el presente artículo, el Prof. José Yorg aborda un problema crucial: la profunda ignorancia sobre el cooperativismo. A pesar de la existencia de herramientas legales como la Ley 23.427 en Argentina, la falta de conocimiento sobre las cooperativas sigue siendo alarmante. El texto examina este fenómeno tanto a nivel local como internacional, subrayando que países como Inglaterra también enfrentan desafíos similares. El autor subraya la necesidad urgente de incorporar la educación sobre cooperativismo en las aulas, considerando esto un paso fundamental para la construcción de comunidades más solidarias y sostenibles.
Por José Yorg, el cooperario para Argentina en Red
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender.” (Alvin Toffler)
“Analfabeto, del latín “illiteratus”, significa “inculto, ignorante” y puede describir a alguien que no sabe leer ni escribir, pero también puede hacer referencia a una persona de escasa cultura”.1
“El analfabetismo y la ignorancia supina sobre las cooperativas denotan decadencia social y política, constituyéndose, ante todo, en una realidad vergonzante cuya responsabilidad, en primer y en mayor medida, recae sobre los gobiernos nacional y locales. Muestra además la apatía ciudadana por no promoverse y exigir el destierro de esas verdaderas inmoralidades, ya que funcionan como un freno, un lastre poderoso que demora el desarrollo equitativo de los pueblos”. José Yorg, (2024)
¿Por qué las cooperativas, siendo pilares históricos y económicos en Argentina, siguen siendo desconocidas para muchos? En este artículo reflexiono sobre la falta de educación cooperativa en Argentina y en Inglaterra, secuelas de las políticas neoliberales que, precisamente en Inglaterra procuran superar.
Las primeras experiencias cooperativas en Argentina se desarrollaron en las últimas décadas del siglo XIX y estaban vinculadas fundamentalmente con la entrada masiva de inmigrantes europeos requeridos por el modelo económico impuesto en el país a partir de la organización del Estado argentino. Ellos aportaron no solo técnicas y procedimientos de trabajo, sino también tradiciones y formas mutuales de organización que introducían ideas de solidaridad y cooperación a través de instituciones en que se agrupaban por nacionalidad, colectividad, fe religiosa, clase social, oficio o actividad. Inicialmente ese movimiento se manifestó con mayor fuerza en la ciudad de Buenos Aires, pero luego se fue expandiendo a otras ciudades y pueblos, y aun al ámbito rural. (https://www.essapp.coop/noticias/la-historia-de-las-primeras-entidades-agrarias).
Abordo un problema fundamental: la ignorancia supina sobre el cooperativismo. Aunque existen herramientas legales como las Leyes Argentinas 16.583 y la 23.427. Ésta última asigna recursos co-participables a todas las provincias para educar y promocionar el cooperativismo, pero, sin embargo, la ignorancia sobre este modelo asociativo crece.
Es así que en nuestro país, la falta de conocimiento sobre las cooperativas, sigue siendo alarmante. Analizo este fenómeno en el contexto local e Inglaterra, cuna de los Pioneros de Rochdale, destacando cómo países como Inglaterra también enfrentan desafíos similares.
Como autor de este modesto artículo, enfatizo la necesidad urgente de alfabetizar en cooperativismo desde las aulas de la primaria y llegar hasta la universidad, como un paso clave para construir comunidades más solidarias y sostenibles.
Lo que denomino “ignorancia supina” constituye y denota una falta de conocimiento deliberada, producto de la negligencia en aprender o investigar lo que es posible y necesario saber. Este fenómeno, definido en el ámbito jurídico como “la que procede de negligencia en aprender o inquirir lo que puede y debe saberse”, alcanza múltiples temas de relevancia social, incluida el cooperativismo.
El cooperativismo, una filosofía económica y social que históricamente ha contribuido al desarrollo de nuestras comunidades, se enfrenta al desafío de la falta de conocimiento básico cultural, lo que evidencia un problema estructural en las políticas educativas y de promoción pública.
El analfabetismo cooperativo en Argentina
El analfabetismo general es un indicador claro de la decadencia en las políticas públicas educativas. En este contexto, el analfabetismo sobre cooperativismo también refleja la escasa implementación de planes o programas educativos destinados a promover esta forma asociativa en la docencia en general. Subrayo, la Argentina cuenta con herramientas legales significativas, como la Ley 23.427, a la que aludimos más arriba. Con esta Ley se creó el “Fondo para Educación y Promoción Cooperativa“, coparticipable entre las provincias. Sin embargo, la falta de datos estadísticos sobre el desconocimiento generalizado de las cooperativas en el país es preocupante. Aunque no hay cifras concretas, la experiencia nos permite afirmar que el número de ignorantes supinos en esta materia es elevado.
Las cooperativas no sólo han sido pilares históricos en la construcción de nuestro tejido socioeconómico, sino que aún hoy tienen un rol crucial en la economía argentina. Es imperativo aprovechar las normativas existentes para revertir esta tendencia de ignorancia y fomentar una mayor educación cooperativa. El declive de la sapiencia sobre cooperativas se rastrea desde la década de los años de ’90, cuando tuvieron lugar las primeras oleadas de aplicación de políticas neoliberales, con ciertos periodos cortos de promoción y luego, nuevamente el neoliberalismo. En la actualidad, claramente, ese acrecentamiento de ignorancia supina es imputable a la denominada batalla contracultural. El cooperativismo es cultura.
Un ejemplo internacional: Inglaterra
El caso de Inglaterra ilustra que la ignorancia cooperativa no es exclusiva de Argentina. A pesar de que las cooperativas contribuyen con más de 165.000 millones de libras a su economía y emplean a más de un millón de personas, una encuesta reciente reveló que el 50% de los consumidores británicos no comprende qué significa que una empresa sea
cooperativa o mutual. Además, un 42% admite desconocer cómo las cooperativas benefician a sus comunidades2.
También se reconoce como causante del daño social y cultural a las políticas neoliberales de largo alcance en su aplicación, sin que de momento podamos revertirlas.
La solución planteada en el Reino Unido es clara: incluir la enseñanza del cooperativismo en el currículo nacional. Este enfoque reconoce que el conocimiento es la clave para fortalecer el sector y construir un futuro económico más inclusivo y
sostenible3.
Entonces, concluimos que es necesario y urgente alfabetizar en cooperativismo. En realidad, la ignorancia supina sobre cooperativismo es un problema global con profundas implicancias locales. Superar esta barrera requiere un esfuerzo conjunto para incluir al cooperativismo como parte integral de los programas educativos en todos los niveles. En Argentina, la implementación efectiva de Leyes como la 23. 427 y la generación de estadísticas confiables sobre el conocimiento cooperativo son pasos necesarios. En palabras de los británicos: “las cooperativas son una parte importante de nuestra historia y podrían ser una parte crucial de nuestro futuro”. El llamado es claro: Urge educar, alfabetizar, hoy para construir un mañana basado en la solidaridad, la autogestión y la equidad. Una herramienta muy formidable a tener
presente: La inteligencia artificial AI.
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- https://party.coop/curriculum ↩︎
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