PERO LOS RICOS CON GANANCIAS RÉCORD
Por Julián Denaro para Argentina en Red
Tal como habíamos anticipado, pasó lo mismo que con el gobierno de Macri: les quitaron los medicamentos gratuitos a los jubilados. Advertimos que es muy grave, pero también lo es que mucha gente repita sin pensar, justificándolo.
Desde el gobierno dicen que hay muchos jubilados que podrían pagar los medicamentos ya que no son pobres, por cuanto hay que reempadronar a todos para asignar los medicamentos sólo a quienes lo necesitan. Pero acá hay dos maldades juntas. Por un lado, no dan tiempo, ya que para seguir recibiendo los medicamentos hay que hacer con urgencia el trámite administrativo cuya burocracia es un malestar gigantesco para las personas mayores. ¿Son tan malos que a nadie se le ocurrió que podría ponerse una fecha límite, que podría ser abril, o mayo, o junio, para dar tiempo a todos?
Los jubilados necesitan los medicamentos ya, no en tres meses, o seis meses, los necesitan ya. De este modo, ESTÁN JUGANDO CON ELLOS, SE LES RÍEN EN LA CARA, Y LOS ESTÁN MATANDO.
Personajes siniestros del gobierno nacional
Pero la situación es aún peor, ya que se conoció el monto de ingresos que según el gobierno separa los que deben recibir los medicamentos de los que no. Y acá también hay una doble perversión a la cual asistir.
En principio, los jubilados que reciben los medicamentos gratis, gastan ese dinero en consumo, que es el motor de la actividad económica. A mayor consumo, mayor producción, mayor nivel de actividad generadora de empleo y mayor recaudación del Estado, ya que el Estado recauda en función del nivel de actividad. Vale decir, la idea de que los jubilados reciban los medicamentos gratis va a favor de toda la economía generando un efecto multiplicador.
Cabe aclarar que además de los medicamentos, hay que comprar comida, pagar servicios, transporte, costos fijos como alquiler y garaje y también hay que costearse viajes de placer, que implica disfrutar, compartir, conocer, proyectar y asimismo activar la industria del turismo que es transversal y estratégica, especialmente en nuestro tan bello y diverso país. Pero si se gastan más de 100.000 pesos mensuales en medicamento, menos queda para lo demás. Y para peor, este gobierno incrementó las tarifas de los servicios y los transportes de una manera terrorífica, haciendo todo más difícil aún.
Ahora atendamos a algo que genera más bronca todavía: el límite a partir del cual se considera que un jubilado puede costearse los medicamentos es 388.000 pesos. ¿A alguien le parece que un jubilado con un haber de 400.000 pesos puede pagarse los medicamentos, costear los servicios, comprar alimentos, y además comprarse ropa, salir de paseo y asistir a eventos culturales pagos? En referencia a esto último recordemos que privatizaron los ingresos a Tecnópolis, Centro Cultural Kirchner y múltiples motivos musicales, teatrales y de entretenimiento.
Eso sí, destáquese que, al mismo tiempo, los más ricos del mundo están jugando a la bicicleta financiera, aumentando sus capitales financieros al 2% mensual en dólares, las grandes empresas se están enriqueciendo formando precios por encima de la inflación, las corporaciones intermediarias están evadiendo impuestos que después tenemos que pagar todos los no ricos y tenemos más novedades nefastas y alarmantes que se cuentan a continuación.
Federico Sturzenegger contó muy felizmente en una entrevista que estaba ampliando el cupo máximo para importar desde 1.000 dólares a 3.000 dólares. La explicación que dio es que esto democratiza las importaciones, ya que quien se va a Miami puede traer su mochila cargada de cosas, y el que está acá sólo puede comprar hasta 1.000. Entonces ahora, los que no viajan a Miami pueden comprar más sin tener que viajar a Miami. ¿Es un chiste? No, es algo de lo que se enorgullece el actual Ministro de Desregulación, la misma persona que fue procesada por la megaestafa de endeudamiento que fueron el Blindaje y el Megacanje con De La Rúa en 2001, que fue desprocesado por Macri, que por su parte asumió el gobierno procesado y, por supuesto, se desprocesó también a sí mismo.
Otra cosa: en estos días se procedió a la eliminación del Impuesto País, el cual oficia como arancel a las importaciones, lo cual tiene dos funciones. Por un lado, encarece las importaciones, dando algo de protección a los productos de nuestra industria y, por otro lado, aumenta la recaudación del Estado. Como resultado de la eliminación de este tributo, habremos de padecer la destrucción de nuestra industria generadora de empleo y un agujero fiscal que no puede solucionarse sino con sufrimiento del pueblo.
En la década de los ’90 fue “todo por 2 pesos”. Hoy, ni alcanza, ni hay.
Otra noticia nueva: se está rematando el Hospital de Salud Mental Nro 1 de Núñez para favorecer el negocio inmobiliario de los más ricos. Como se ve, todo lo que se detalla sólo pone de manifiesto que este gobierno sólo atiende al negocio de los más ricos sin mosquearse por el enorme daño ocasionado al conjunto del pueblo.
Este gobierno sólo favorece a los más ricos, a sus negocios, lo cual es inaceptable e imperdonable. Pero además, ES UN GOBIERNO QUE YA CALIFICA DE GENOCIDA.
Le quitó los remedios a los jubilados, dejó de entregar alimentos a los comedores, además dejando de vencer toneladas de productos alimenticios que había comprado el gobierno anterior, interrumpió la entrega de medicamentos oncológicos a los enfermos de cáncer, despidió más de un centenar de miles de empleados públicos dejando incontables familias sin ingresos, está procediendo a un industricidio extremadamente doloroso, pero eso sí, le está brindando jugosas ganancias a los más ricos de todos, que ahora pueden importar más sin moverse de su casa.
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(*) Julián Denaro, Economista (UBA), Psicólogo (UBA), Doctorando en Ciencias Económicas (UNLAM), Profesor en Universidades Nacionales (UBA y UNLAM) y en Universidad de Morón (UM). Investigador Sigeva – Conicet. Autor de ocho libros, siendo los cuatro últimos “Del país dividido a la revolución cultural” (2017), “Argentina entre las disputas de poder 2012-2019” (2019), “Las Aventuras de Aztequita por Argentina” (2023) y “De la Pandemia a la Reconstrucción: Argentina 2020-2024, Liberación Vs Liberalismo”. Columnista Económico en Televisión y Radio.
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