Un breve fragmento del escritor Marco Denevi1 alerta elíptica pero verazmente lo que podría ocurrir con la humanidad (Denevi apunta al s. XXXII como metáfora de lo desconocido), en tiempos en que el crecimiento desproporcionado de las Inteligencias Artificiales y de las tecnologías (cada vez más sofisticadas) conducirán (como lo están haciendo ahora mismo) a cambios radicales en la vida de las personas, desde los países del 1er Mundo hasta los más subdesarrollados. Asimismo (y ligado enteramente con la narración del escritor) el Prof. Eladio González denuncia a través de una breve disertación qué ocurre con Cuba y el Bloqueo (que ya ha cumplido, el 14 de marzo que pasó, 67 años).
De Marco Denevi en Argentina en Red
Desde Chaubloqueo (difunde Eladio González2)
“La extinción de la raza de los hombres se sitúa aproximadamente a fines de siglo XXXII. La cosa ocurrió así: las máquinas habían alcanzado tal perfección que los hombres ya no necesitaban comer, ni dormir, ni hablar, ni leer, ni pensar, ni hacer nada. Les bastaba apretar un botón y las máquinas lo hacían todo por ellos. Gradualmente fueron desapareciendo las mesas, las sillas, las rosas, los discos con las 9 sinfonías de Beethoven, las tiendas de antigüedades (especialmente una de calle Rojas 129 en Caballito, de nombre “Bagatela”), los vinos de Burdeos, las golondrinas, los tapices flamencos, todo Verdi, el ajedrez, los telescopios, las catedrales góticas, los estadios de fútbol, “La Piedad” de Miguel Ángel, los mapas de las ruinas de Foro Trajano, los automóviles, el arroz, las sequoias gigantes, el Partenón. Solo había máquinas. Después, los hombres empezaron a notar que ellos mismos iban desapareciendo paulatinamente y que, en cambio, las máquinas se multiplicaban. Bastó poco tiempo para que el número de máquinas se duplicase: Las máquinas terminaron por ocupar todos los sitios disponibles. No se podía dar un paso ni hacer un ademán sin tropezarse con una de ellas. Finalmente, los hombres fueron eliminados. Como el último se olvidó de desconectar las máquinas, desde entonces seguimos funcionando.”
Contra la Guerra y por la Paz mundial aboga la Escuela de Solidaridad con Cuba
El bloqueo a Cuba (que abarca mil facetas todas inhumanas y genocidas) ha sido incorporado por los habitantes del planeta como algo normal, malo pero aceptado, tras medio siglo es parte del paisaje de este mundo globalizado, por el terror que impone Estados Unidos de mil formas. Brutalmente con invasiones periódicas, crímenes selectivos, torturas permitidas por el Senado Norteamericano, campos de concentración y tortura (como Guantánamo), ocupación en cantidad de países mediante bases militares autorizadas o directamente impuestas violentamente (como Guantánamo).
También a diario y minuto a minuto, influencian subliminalmente a miles de millones de seres humanos mediante periodistas mercenarios, escritores, poetas y artistas de todas las ramas que se venden por dólares, o por exhibirse entre los “habitantes de primera”. El resultado de este teorema es sencillo: SOMOS CÓMPLICES de un crimen que consiste en haber apartado, aislado, agredido, calumniado y perjudicado a una población de once millones (hoy) de habitantes, por el solo hecho de poseer la menor mortalidad infantil y la mayor cantidad de médicos por habitante de las Tres (3) Américas. Y se podrían llenar páginas con estadísticas que demuestran cuál es el mejor sistema social del mundo, el más cristiano y porqué se quiere acabar con el ejemplo cubano.
Que el destino entre las naciones de Nuestra América nos encuentre pugnando a favor los propios.
- Marco Denevi nació en Sáenz Peña, provincia de Buenos Aires, Argentina, el 13 de mayo de 1920 y falleció el 12 de diciembre de 1998. Se educó en el Colegio Nacional de Buenos Aires. ↩︎
- Eladio González Toto es Director fundador del Primer Museo Suramericano “Comandante Ernesto Che Guevara” de Buenos Aires. Él cita una célebre frase pronunciada por el Dr. Ramón Carrillo, Ministro de Salud de la Nación entre 1949-1954 durante la presidencia de Juan Domingo Perón, dijo: “El objetivo primo de la guerra psicológica es crear, en el o los adversarios, un clima mental, una serie de sentimientos que, conduciéndolos por las sucesivas etapas de miedo, pánico, desorientación, pesimismo, tristeza, desaliento ¡en fin! los lleve a la derrota.” ↩︎