La suspensión de la obra pública: disparate del actual gobierno nacional 

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De la serie: Es el saqueo, así de sencillo (45)

Por Mario Mazzitelli para Argentina en Red

En su discurso por cadena nacional el lunes 22 de abril de 2024, el presidente sostuvo que: “(efectuaron) una reducción drástica del 87% en la obra pública, históricamente vinculada al festival de corrupción que ha sido la Argentina los últimos 20 años, donde se gastaba dinero de los contribuyentes en rutas que no conducían a ningún lado, o en obras que se inauguraban 5 veces y nunca se terminaban. En nuestro modelo, las obras de infraestructura pasarán a ser financiadas por el sector privado, de manera tal que efectivamente tendremos las obras que los argentinos necesitamos, evitando que ese dinero termine en los bolsillos de los políticos o sus amigos contratistas del Estado”. Textual.

Milei, honrando el trono y el bastón presidencial. En cuanto a la banda, un detalle.

Todo el argumento se reduce a la corrupción de los últimos 20 años, la mala praxis  y la existencia de un “modelo” en que la infraestructura la financiaría el sector privado. Me parece un despropósito. Si hay corrupción se debe erradicar. Si la hubo, hay que investigar y denunciarla. A la mala praxis se la supera con una buena práctica. Por último, el modelo de financiamiento privado puede ser útil para las obras de rápido retorno de la inversión, pero no para todas las obras. 

Los prejuicios en los que asienta el presidente su accionar (el Estado es una organización criminal, los políticos son corruptos, constituyen una casta a eliminar, la obra pública se hace para robar, etc.) son falsos. Hacer de la excepción la regla, es falsificar la descripción de la realidad. No es esta la nota para desarrollar el tema. Simplemente afirmar que: si se parte de ideas falsas, no habrá solución a los problemas reales. De esta manera la reducción drástica de la obra pública se transforma en un acto irracional de gobierno.

Un ejemplo

La Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de Vialidad Nacional hace una advertencia: “…todos los años nieva en la Patagonia,… Vialidad Nacional organiza durante los meses del verano, las compras, adquisición de insumos, contrataciones, y alista a su personal para ejecutar el OPERATIVO  INVERNAL. Este operativo consiste en distribuir adecuadamente los equipos y el personal de la repartición en lugares estratégicos, mayoritariamente desde la Provincia de Mendoza hasta la de Tierra del Fuego, para mantener los caminos despejados de nieve, evitar el hielo, retirar los desmoronamientos que se producen por las copiosas lluvias y temporales que incluye a los caminos cordilleranos y los pasos fronterizos de mayor tránsito vehicular y hacer factible el desplazamiento de nuestras exportaciones“, y “promover el turismo interno y regional.”

Javier Milei y Toto Caputo convirtieron a Vialidad Nacional en un organismo fantasma desde febrero del corriente año

Este desfinanciamiento intempestivo e improvisado, puede significar inseguridad, siniestralidad (es decir, accidentes), la interrupción de actividades comerciales, turísticas, etc., cuyo costo final supere con holgura la realización del necesario mantenimiento. Es decir, el pequeño superávit presentado por el presidente, tiene un déficit en infraestructura monumental. Muy mal negocio. Por otro lado, no se puede hablar de ahorro, porque siempre es más barato prevenir y mantener a tiempo, que esperar a que se deteriore la estructura con el consecuente incremento posterior de los costos (lo que equivaldría como ejemplo a “ahorrar en el sistema de freno de un coche, un camión o un tren“, que además del desatino conceptual y el gasto postergado pero no eliminado, puede terminar en una tragedia).

Unir a los argentinos y promover el bienestar general

En gran medida un Estado toma sentido porque, además de garantizar la seguridad, la alimentación, la salud, la higiene, la defensa, el acceso a la educación, el servicio de justicia, la creación y administración de moneda, el cuidado del ambiente, etc., ejecuta un plan de obras públicas. Un pueblo sobre un territorio se integra de manera positiva a través de la energía, las comunicaciones y el transporte, infraestructura estratégica cuyo diseño debe estar a cargo del Estado. Sobre ese territorio y esa infraestructura se levantan los derechos y garantías, se cumplen los deberes y se trabaja para la producción, distribución y consumo de los bienes y servicios. Si no se tiene claro este concepto, se pueden tener fragmentos de una potencial nación (pero con los fragmentos es posible que obtengamos un frankestein antes que un cuerpo armónico, desarrollado y con facultades intelectuales y morales plenas).

Gentileza https://appnoticias.com.ar

Solo hay Nación cuando tenemos objetivos claros y planificación estratégica

El gobierno anterior decía tener en marcha miles de obras. Lo que nunca quedó claro es aquello que unía a cada una, que las amalgamaba en un sistema superior, que determinaba una secuencia lógica, que las hiciera comprensibles y permitíera una política de Estado. Es decir, un plan inteligente que pudiera trascender a las administraciones de turno. (En este punto, cuento una experiencia personal: Hace décadas fui candidato a presidente de la Nación. Pedí una reunión con el ministro del área de aquel entonces. Me la brindó, con mucha amabilidad y tiempo suficiente. Mi gran sorpresa fue cuando le solicité el plan de obras públicas de la Nación. La respuesta fue que no existía tal plan. Entonces ¿Cómo define usted el destino de los fondos asignados para la obra pública? y el ministro contestó- “Conforme la demanda política de intendentes o gobernadores, sin discriminar por color político”. Es decir, el gobierno carecía de un plan estratégico para llevar adelante la inversión pública en esta materia. Así el país se fue llenando de parches y remiendos, sin darle la integralidad que tiene el desenvolvimiento armónico de todas las regiones. Es como si a una gran orquesta, formada por músicos de primer nivel, le faltara el director. Obligados cada uno a tocar lo que les pareciera, el ruido podría ser insoportable. Pero la opción no es el silencio. La opción es conseguir un director que saque todo el potencial latente de cada instrumentista y lograr una música que nos emocione y nos inspire).

Distintos escalones

Claro que hay obras públicas de dimensión barrial que pueden estar a cargo de los vecinos, los  municipios y las empresas del rubro (asfaltos, cordón cuneta, iluminación, pequeñas redes de agua y cloacales, tendido de cables, salas de atención primaria de la salud,  jardines de infantes, puestos de seguridad, etc.) Estas obras hacen a la calidad de vida, y no solo no deben suspenderse, sino que deben multiplicarse para que estos servicios estén al alcance del mayor número de personas. 

En otro nivel podemos observar obras para brindar servicios públicos: las plantas de potabilización del agua, de efluentes cloacales o industriales, control de inundaciones, escuelas, hospitales, cárceles, puentes, soterramientos, etc. Y otras obras de carácter estratégico para el progreso y la integración: represas hidroeléctricas, parques eólicos, canal Magdalena, hidrovías, ferrocarriles, autopistas, puertos, aeropuertos, gasoductos, satélites, etc.

El rol del Estado Nacional es distinto al de los privados

En el marco de la confección de un plan estratégico de obras públicas es importante diferenciar unas de otras. El volumen de la inversión, el tiempo de elaboración del proyecto, de realización de la obra, el retorno de la inversión, el impacto (ambiental, económico, social) en la región en que se instala, la perspectiva histórica de la obra, etc. Este análisis muestra que algunas obras solo puedan ser abordadas por el Estado Nacional. Por eso, tampoco parece apropiada la política del anterior gobierno nacional de emprender miles de obras. Difíciles de conducir, controlar, etc. por una autoridad distante miles de kilómetros de cada una. Ahí se lo veía al ministro viajando por todo el país, llevando obras como quien lleva regalos para cada región. 

La devastación de la corrupción

El manejo de la obra pública ha dado lugar a sospechas “fundadas” de ser un instrumento para la corrupción de funcionarios y empresarios. En esto se asienta la fuerza argumental del presidente y no le faltan ejemplos para argumentar en esta dirección. Aunque para mí, su respuesta, la suspensión de la obra pública, es una decisión irracional.

Descubrir estas acciones (contrarias a la ética pública) en un país extenso, con permanentes cambios de costos, sin un sistema de precios estable y confiable, etc., es difícil. Sin embargo, hay instrumentos informáticos para hacer un seguimiento digital sobre la evolución de cada obra y mecanismos de transparencia muy probados. Al tiempo que, con el compromiso de personal de la Nación, provincias, municipios y asociaciones vecinales, se puede hacer un seguimiento  presencial (según cada caso) sobre el avance de las mismas. Por otro lado, se puede pensar en una legislación más severa para penalizar a quienes quieren sacar un provecho delictivo, desviando fondos públicos a bolsillos privados. Lo que no se puede hacer es justificar la suspensión de la obra pública, en la posibilidad de hechos corruptos. 

El soterramiento del ferrocarril Sarmiento

Allá por el 2005 se inició una controversia en torno a la conectividad  norte-sur y sur-norte en el oeste del GBA. Puentes, túneles, elevar las vías o un soterramiento. Vaya a saber cómo sucedieron las cosas, qué intereses se movieron, si fue espontáneo o fue un ardid. Lo cierto es que se eligió el soterramiento. Un gran túnel que iba a unir la estación de Moreno con Caballito-Once (36 km). Se licitó en 2006, se firmó el contrato en 2008, se montó un gigantesco obrador, se inició la obra en 2011, avanzó lentamente entre Haedo y Villa Luro (10 km), se invirtieron más de 3.000 millones de dólares, en 2018 se suspendió, en 2020 se desactivó definitivamente quedando como testimonio de superficie el obrador en Haedo y salidas para los usuarios en varias estaciones (que jamás se habilitaron). ¿Qué había pasado? ¿Por qué no continuaron con la obra?  Según me comentó un experimentado ingeniero ferroviario, la obra estaba mal diseñada. Tenía un enorme cúmulo de fallas y defectos que la hacían inviable. ¿Cómo podía ser, cuando los argentinos tuvimos el primer subte de América Latina, cuya línea A aún sigue funcionando de buena manera? Mala praxis ¿Corrupción? Aunque resulte inverosímil hundimos miles de millones de dólares para no tener nada. Solo deuda e intereses. No doy los nombres de gobiernos, funcionarios, empresas… para no desviar el objeto de la nota. La corrupción hizo estragos materiales y morales. No digo más. Sólo agrego que se empezaron a construir (sobre las vías de la línea Sarmiento del ferrocarril, entre Haedo y Ramos Mejía) unos puentes de hormigón pre-moldeado. El avance debe rondar el 80%. Hoy se encuentran sin terminar porque alguien decidió suspender la obra pública. Cemento inútil enterrado a 22 metros y cemento inútil luciendo a 10 metros del suelo. 

Yaciretá

Insisto. Desde Yaciretá (denominado el monumento a la corrupción en los 1990) hasta la actualidad, el listado de obras y servicios públicos manchados por la corrupción es gigante. La respuesta correcta es obvia: combatir la corrupción. Y no….

Central Hidroeléctrica Yaciretá

Miles de obras suspendidas

“No hay plata” dice el ministro Luis “Toto” Caputo, sumando su voz a la del presidente. Esa expresión es incorrecta;(correcta hubiera sido en boca del virrey Sobremonte, dado que – en ocasión de la primera invasión inglesa en 1806- los piratas se llevaron el tesoro del Rey, que era en monedas de plata. Esas monedas eran del metal precioso “plata”, que se extraía principalmente de Potosí, a través de una minería primitiva con un altísimo costo humano. La aclaración vale, porque el concepto del dinero cambió sustancialmente desde aquel entonces.

Hoy debería haber dicho: “no hay papel pintado = dinero u otros instrumentos contractuales”. Como parar la obra pública por falta de “papel pintado” mostraría lo absurdo de la decisión, hablaron de “plata”, metal que – efectivamente – no se puede crear con la imaginación. Todo esto muestra la confusión conceptual de un  ministro de Economía formateado en la especulación financiera. Pero ese será otro capítulo).

La obra pública es un motor de la economía

Sabemos que el consumo está caído, las exportaciones por el suelo (dada la baja paridad cambiaria) y la inversión se reducen a algunas actividades extractivistas. Si a ese cuadro se le suma el freno a la inversión en infraestructura, vamos de una recesión a una depresión (lo advirtieron los mismísimos Carlos Rodríguez y Domingo Cavallo). La caída en los niveles de empleo (incremento de la desocupación con su secuela de pobreza e indigencia) será abrumador. Ya se perdieron más de 100.000 empleos directos por paralización de la obra pública. Los ecos de este desastre se transmitirán por toda la sociedad (en un efecto dominó) y pronto estaremos con una economía en terapia intensiva (si no se hacen correcciones rápido). Un círculo vicioso de desinversión generalizada nos puede llevar a los quintos infiernos. Sin duda habrá que dar un volantazo.

Gza: https://www. elchubut.com.ar/trelew/2021-10-13

Finalmente, para esta nota dejo algunos títulos de un plan de obras ambicioso

Plan de construcción de viviendas, para alcanzar las 500.000 por año en una década. Esto implica el crecimiento en la producción de cemento, acero, ladrillos, cerámicas, aberturas, etc. y la movilización de todos los gremios. 

Nueva red ferroviaria troncal para unir todo el territorio. Transporte de cargas y pasajeros, observando la mejor conectividad interior entre ciudades, etc. y poniendo en consideración la conveniencia de trenes de alta velocidad para las regiones más densamente pobladas. 

Red federal de autopistas. Para poder viajar en coche, micro o camión entre dos puntos cualesquiera del país, seguro y a velocidades razonables, eliminando la totalidad de los peajes.

Aeropuerto de corte comercial para agilizar el transporte de cargas valiosas. 

Puerto nacional de aguas profundas. Moderno, eficiente, que canalice el comercio exterior de una buena parte del cono sur con salida al océano Atlántico. Correctamente conectado con las redes ferroviarias, viales y aéreas. 

Inversiones para la transición energética: Debemos abandonar la idea que nuestra matriz energética se puede sostener en combustibles fósiles (con emisiones de dióxido de carbono -CO2- responsables del efecto invernadero y el calentamiento global) e ir hacia las energías sustentables (eólica, solar, hidroeléctrica, hidrógeno, geotérmica, mareomotriz, biogás, etc.) Aunque hablemos de décadas, el comienzo debe ser ahora.

A la obra pública deberíamos sumar el relanzamiento de las industrias estratégicas (ferroviaria, naval, aeronáutica, espacial, etc). Pero esto, junto a la resolución del financiamiento, es otra historia.

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