Refundación republicana para salvar la Democracia y la Patria

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Por Mario Mazzitelli para Argentina en Red

La Patria

Escribió José Ingenieros: “Los países son expresiones geográficas y los Estados son formas de equilibrio político. Una Patria es mucho más y es otra cosa: sincronismo de espíritu y de corazones, temple uniforme para el esfuerzo y homogénea disposición para el sacrificio, simultaneidad en la aspiración de la grandeza, en el pudor de la humillación y en el deseo de la gloria. Cuando falta esa comunidad de esperanzas, no hay patria, no puede haberla: hay que tener ensueños comunes, anhelar juntos grandes cosas y sentirse decididos a realizarlas, con la seguridad de que al marchar todos en pos de un ideal, ninguno se quedará en mitad del camino contando sus fortunas. La Patria está implícita en la solidaridad sentimental de una raza y no en la confabulación de los politiquistas que medran a su sombra”.

Algunas de sus sentencias más relevantes son:

  • “No basta acumular riquezas para crear una Patria: Cartago no lo fue. Era una empresa”.
  • “Cuando no hay Patria no puede haber sentimiento colectivo de la nacionalidad”.
  • “Cuando se vive hartando groseros apetitos y nadie piensa que en el canto de un poeta o la reflexión de un filósofo puede estar una partícula de la gloria común, la nación se abisma”.
  • “Cuando las miserias morales asolan a un país, culpa es de todos los que por falta de cultura y de ideal no han sabido amarla como Patria: de todos los que vivieron de ella sin trabajar para ella”.

Afirma también que: “No hay Patria sin Justicia. Mientras los niños proletarios vivan en hogares angustiados, nada absolutamente tienen que hacer las declaraciones sonoras pero vacías de los economistas bien alimentados”.

José Ingenieros (1877-1925) fue médico, psiquiatra, psicólogo, criminólogo, farmacéutico, sociólogo, filósofo, masón, teósofo​​escritor y docente ítaloargentino.

Conforme la tendencia que vamos viendo, después de los intentos de ley impulsados por el Poder Ejecutivo (con regateos por parte de los legisladores, pero votados por el Congreso Nacional al fin) nuestra Patria no marcha hacia un desarrollo armónico e integral. Más bien avanza hacia su disgregación. Fragmentos económicos de propiedad privada con suerte diversa. Cuando esa propiedad se encuentre en manos de extranjeros (tierras, petróleo, gas, oro, plata, cobre, litio, uranio, agronegocios, industrias, servicios, etc.) los lazos de solidaridad se evaporarán hasta diseminarse en la atmósfera. Los grandes fragmentos desamparados se hundirán en la miseria, mientras las riquezas producidas a partir de los bienes naturales, el trabajo argentino y el andamiaje legal, fluirán al exterior transformándose en riqueza ajena; generando una asimetría abismal. La desigualdad entre seres humanos habitantes de la Argentina será aún mayor a la que vivimos hoy. Probablemente un 25% (entre los que se encuentran los “grandes” propietarios de tierras, de bancos, de industrias, de comercios, de servicios; más los jueces, una parte de los políticos, otra de los sindicalistas; más algunas profesiones; etc.) vivirá satisfactoriamente, incluso sabiendo que se ha sacrificado la Patria. Un 75%, en cambio, (entre los que sobresalen la mayoría de los niños, de los viejos, de los trabajadores monotributistas empobrecidos, comerciantes, industriales, productores pequeños y medianos, empleados públicos, etc.) caerán irremediablemente en la miseria; porque los que hicieron las leyes (obnubilados por la fantasía de una riqueza inhumana) solo atendieron a la avaricia sin límites de los más ricos. Los hermanos ya no seremos unidos. La Patria quedará en peligro porque ante semejante polarización, se abrirán las puertas de una guerra civil. De alta o baja intensidad, pero confrontación destructiva y dañina al fin.

Javier Milei, funcionario no político argentino que preside a la nación argentina, cual topo (sic), para destrozar al mismo estado nacional argentino que él representa. Acá en el Foro Económico Mundial, también llamado Foro de Davos, el 17 de enero de 2024

La Democracia

El sufragio universal, aritméticamente igualitario y ejercido con libertad, es un componente esencial de la democracia. Pero no es la democracia. De igual manera, la forma en que se organiza un gobierno debe ser consustancial con la democracia. Pero es sólo la forma. La democracia es sustancia, contenido, esencia. Es una forma de vivir y convivir.

Esteban Echeverría la definió como “el régimen de la libertad fundado en la igualdad de clases”. Aquí se podría decir que: mientras una sociedad se encuentre divida en poseedores y desposeídos, ricos y pobres, herederos y desheredados, explotados y explotadores, etc., la democracia es de realización imposible. Sin embargo, dado que la igualdad de clases resultará inalcanzable por mucho tiempo, la democracia solo será posible cuando se le garantice a cada uno de los ciudadanos un piso mínimo con el que asegurar su derecho a la vida, ejercer su libertad y desarrollar todas sus potencialidades. Ese piso mínimo debe ser replanteado cada 10 años, conforme la evolución de la sociedad en todos los aspectos. Hoy por hoy, podríamos decir que ese piso mínimo de igualdad (por sobre el cual las desigualdades pueden ser bienvenidas) lo conforman un conjunto de garantías: seguridad, salud, educación, justicia, vivienda, infraestructura para acceder a los servicios y un ingreso básico universal. Todo esto podría requerir el uso inteligente y provechoso de un tercio (1/3) del PBI. Y el origen de ese 33% no debería provenir del trabajo directo y vivo de los habitantes, sino de las grandes rentas provenientes de la tierra (los bienes naturales preexistentes a los seres humanos) y la herencia difusa (herencia común a toda la humanidad derivados del trabajo creativo de todas las generaciones pasadas), hoy privatizadas. El artefacto, instrumento o herramienta con el cual podemos expandir la vida, la libertad, la democracia y el desarrollo integral, es el Estado. Anular, terminar, extinguir el Estado, es anular, terminar y extinguir el conjunto de derechos para el 75% de los argentinos, en favor de un 25% que construirá un Estado privado para la defensa y disfrute de sus privilegios excluyentes. Cuando el Estado democrático, social y de desarrollo integral es mal manejado (por deficiencias morales o técnicas) su supervivencia es inestable, abriendo la puerta a los monstruos que amenazan una convivencia armónica entre todos los habitantes de una comunidad. La democracia es acción cooperativa y solidaria para el ascenso material, espiritual y moral de todos y cada uno o es una ficción de imágenes sin contenidos, cayendo en las tinieblas de la pos verdad. Aunque sabemos que “la única verdad es la realidad” y asumiendo que esta frase puede tener más de una interpretación, no deja de señalar que por mucho cuento, relato o fantasía que puedan enunciar la palabras, la existencia real de cada ser humano en una sociedad dada es lo que determina la calidad de dicha convivencia. Y la calidad de su democracia.

“La existencia real de cada ser humano en una sociedad dada es lo que determina la calidad de dicha convivencia. Y la calidad de su democracia”. Un ejemplo en la economía y políticas económicas nacionales en Argentina en 1973: hacia la izquierda, el Gral. J. D. Perón,; al medio, José Ber Gelbard, ejecutor del último plan argentino cuando fue Ministro de Economía. Si bien había formado parte del Partido Comunista Argentino, se acercó a las ideas de Juan Perón durante su primer y segundo gobierno. El peronismo proponía una alternativa superadora del extremo capitalista-individualista y marxista-colectivista, para promover el desarrollo de un modelo de producción y trabajo capaz de invertir, producir y generar pleno empleo con salarios dignos, y un movimiento obrero organizado cual columna vertebral en la defensa de los intereses nacionales1

La República

Esta es una de las formas en que puede aparecer la democracia. Pero no la única. Para nosotros es bien apreciada, dado que ni siquiera nuestros mayores próceres tuvieron éxito al proponer una monarquía. Así la división de Poderes, la elección de los funcionarios a través del sufragio universal, la limitación de los mandatos, la transparencia en el manejo de la cosa pública, la posibilidad de controles múltiples, etc., dan origen a la forma en la que los argentinos mejor nos sentimos. La inclinación por gobiernos autoritarios, soberbios, iluminados o criminales, se ha borrado del horizonte, siendo uno de nuestros mayores logros.

Barajar y dar de nuevo

No obstante que hoy vivimos en el marco de la Constitución Nacional, los tratados, las leyes, las instituciones de la República …la calidad de vida de nuestro pueblo se ha derrumbado, la democracia real no cubre las expectativas y la Patria está en peligro (sumemos que hasta la integridad territorial corre riesgo si efectivamente en Tierra del Fuego a algunos cientos de km. de Malvinas se instalara otra base militar anglosajona. Así ingleses y norteamericanos se apropiarían de la Antártida, las islas que ya dominan, el paso transoceánico y el mar argentino, geografía nacional argentina en el que ejercen dominio por la fuerza y por fuera del derecho internacional. Y a esta situación, se suman las áreas estratégicas de la Economía: finanzas, comercio, industria, etc.: cartón lleno).

Los espacios vitales del sur argentino: el Atlántico Sur y el futuro de la Antártida2

Por eso es importante pensar en una refundación. El poder constituyente reside en el Pueblo. Y el primer efecto de un Poder constituyente es que es destituyente. Destituyente del pasado, de las modernas cadenas con las que quieren condicionar nuestro futuro (con la deuda externa, órdenes del FMI, la prórroga de jurisdicción a los EEUU, Banco Mundial/CIADI -contra nuestros propios tribunales-, y el saqueo de nuestras fuentes de energía, de las grandes rentas, etc.): Poder constituyente para volver a ser dueños de nuestro destino.

Será necesario iniciar las acciones populares pertinentes para pensar en una nueva Constitución. Aprovechar los aprendizajes. Tomarnos el tiempo que sea necesario. Que los enemigos de la Patria (que viven saqueándola sin dar nada a cambio) tengan que acomodar sus reclamos a los fantasmas del pasado. Porque los rayos de un nuevo amanecer se vislumbran en el horizonte. No hay precisiones, ni puede haberlas. Solo la certeza de que una etapa se cierra y otra se abre. Que se trata de conservar todo lo valioso que hemos logrado. Pero ir por otros objetivos en un nuevo renacer argentino. Una refundación republicana para salvar la democracia y la Patria, parece ser la tarea más importante de este tiempo histórico.

** Fragmento leído en el homenaje a Manuel Ugarte, en la Fundación Alfredo Palacios; junto a los compañeros Rafael Klejzer y Rodrigo Borges.

  1. https://repliegue.com.ar/gelbard-el-ultimo-plan-argentino-amigo-de-los-pueblos-6/ ↩︎
  2. Gioffreda, Camilo, URVIO, Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina,núm. 30, pp. 40-57, 2021, 03 de mayo de 2021 (bajo licencia Creative Commons Atribución)2. ↩︎
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