Por Mario Mazzitelli para Argentina en Red
Correcciones y edición por Camila Ossorio Domecq
Enlace al vídeo del Encuentro completo al final del artículo
El 20 de agosto de 2024, di una charla1 con el título que figura arriba. Esta exposición estuvo signada en torno a la lucha sobre la representación del futuro, contradicción planteada en términos de Socialismo 6.0 o Anarco-capitalismo. Para mí, virtuosa y constructiva la primera. Disolvente y destructiva la segunda. Multipolar, amigable y solidaria la primera. Unipolar, colonial e imperial la segunda.
Pero, como hablar de futuro conlleva el riesgo de tener una conversación abstracta, me propuse observar los resultados prácticos de esta forma de encarar la problemática argentina. En ese sentido delineé un borrador del programa de gobierno, como si YA lo tuviéramos que asumir. El debate en torno al mismo es de interés para la inmensa mayoría: aunque los consultores políticos informan que nadie lee los programas, para mí es una cuestión de responsabilidad. Por lo tanto, lo pongo a consideración de quienes quieran leerlo; faltan temas: Argentina necesita un plan integral con eje en el valor humano. Necesita armonizar para su buen desarrollo: Energía, Infraestructura, Transporte, Comunicaciones, Producción, Comercio , Educación, Ciencia, Tecnología, Calidad Institucional, Seguridad, Defensa Nacional, Cuidado del Ambiente, etc. – Aquí sólo defino un perfil, y dejo abierto el debate en torno a cualquier sugerencia.
Pienso que la “libertad” de un pueblo sólo es real cuando conoce su situación actual, sabe adónde ir, puede discernir qué camino transitar y decidir con quiénes lo piensa recorrer.
Para eso la planificación estratégica moderna es insoslayable. Diagnóstico correcto sobre el presente, destino (futuro) al que aspiramos, el camino a recorrer y el colectivo con el que avanzar.
A continuación, exponemos un segmento de la charla, referido a los primeros metros de ese largo camino.
Argentinizar Argentina
1.- “Frente al plan sistemático de saqueo y empobrecimiento del pueblo argentino”, la primer tarea será elevar su condición social por sobre la línea de “necesidades básicas”. Porque el hambre no espera. En Argentina el problema no es la falta de producción de alimentos, sino la distribución “inhumana” de la riqueza nacional.
Para esto, hay que implementar un Ingreso Básico Universal que erradique la pobreza y la indigencia de ingresos. Para luego poder darnos una política integral de desarrollo, liberando las potencialidades físicas, intelectuales y creativas del pueblo.
Además, de esta manera, estaremos cumpliendo con los derechos económicos, sociales y culturales establecidos en nuestra Constitución Nacional a partir de la incorporación en 1994 de los tratados y pactos internacionales.
2.- Haremos una corrección del valor del “Salario mínimo, vital y móvil”, para que desempeñe la función con la que fue legislado en su momento. Buscaremos que se cumpla con: “Igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección”, según consta en el art. 14 bis de la Constitución Nacional.
3. Recuperaremos la Soberanía Jurisdiccional. Para que todo conflicto, litigio, juicio, con origen en nuestro suelo, que afecte los intereses del Pueblo de la Nación Argentina, se diluciden en el territorio nacional, en los tribunales correspondientes. Nunca más asuntos nacionales en Tribunales de Potencias Extranjeras. Para esto debemos jerarquizar el sistema de Justicia, cumpliendo el artículo 24 de la CN con el establecimiento del juicio oral por jurados.
4. Impulsaremos una amplia investigación sobre la DEUDA PÚBLICA: Realizaremos una Investigación y Auditoría a partir de la cual buscaremos una solución soberana al problema, echando luz sobre las maniobras de corrupción más grandes de nuestra historia y barriendo del horizonte la hipoteca que pesa sobre la actual y las futuras generaciones.
5. Pondremos fin a la Ley de Entidades Financieras, originada durante el Terrorismo de Estado, en 1977. Diseñaremos un moderno sistema financiero para ponerlo al servicio del trabajo, la producción y la inversión, eliminando de cuajo el carácter parasitario con el que hoy se saquea a la Nación.
Exministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández, Martín Guzmán, (2019 a Julio de 2022) tras legalizar formalmente la deuda odiosa e ilegítima adquirida por el expresidente Mauricio Macri, (2015-2019).
6. Revisaremos el papel del Comercio exterior, reconvirtiéndolo para que resulte en una pieza estratégica de nuestro desarrollo integral.
7.- Iniciaremos el camino de cambios macro-económicos (tributarios, cambiarios, financieros, monetarios, fiscales…) para alcanzar un crecimiento del 7 al 8% anual, con el que cuadruplicar el PBI en 20 años, mejorando la calidad de vida del 99% de los argentinos. Sostendremos este crecimiento en tres grandes pilares: a.- planificación estatal; b.- libertad de mercado y c.- economía cooperativa, generando sinergia entre las partes.
Desmantelaremos legalmente (en el marco de un plan) los “estados dentro del Estado” (que constituyen enormes conglomerados multipropósito) que intoxican, desvirtúan y desvían la misión democrática de nuestra sociedad.
Entre otros…
8.- Vamos a declarar que: la tierra, el agua, la flora, la fauna, los minerales, las nacientes y caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de litio, de carbón, de gas y las demás fuentes naturales de energía; el suelo, el subsuelo, el espacio aéreo, el espectro radioeléctrico, el mar, la plataforma marítima, las islas y los archipiélagos emergentes son pertenencias imprescriptibles e inalienables del Pueblo argentino. De la propiedad común de estos bienes y las rentas emergentes provendrá la unidad política y el destino común de todos los habitantes.
9.- Retomaremos la Soberanía plena sobre la ocupación, uso, producción y preservación de la tierra y el mar argentinos. Esto demandará nuevas leyes, que pongan estas riquezas al servicio del desarrollo social, económico, científico y tecnológico del país.
10.- Marcharemos hacia la Justicia Fiscal. Impulsaremos una “justa contribución territorial” como fuente de innumerables beneficios para la inmensa mayoría de los argentinos. Esto permitirá eliminar muchos impuestos (como los ingresos brutos, el impuesto al cheque y decenas de otros tributos), bajar el IVA al 8%, invertir el sentido de la coparticipación (de los municipios hacia las provincias y de las provincias a la nación, fortaleciendo el federalismo) lo que estimulará el trabajo y la inversión como verdaderas fuentes de la riqueza. Fortalecerá la inversión en Educación, Ciencia, Tecnología, Bienes de capital, etc., porque empezará a poner fin a la especulación y las rentas parasitarias de la tierra. Mejorará la producción agropecuaria, industrial y de servicios. También el consumo. Bajará el precio de los terrenos para vivienda, para la felicidad de las familias jóvenes. Nos ayudará a ocupar con mayor racionalidad el territorio nacional (disminuyendo los grandes desiertos que aún nos quedan y poniéndolos en producción) y cuidará mejor la tierra, el agua, los bosques, la biodiversidad, etc.
11.- Jerarquizaremos el Estado y la función pública desde lo moral, intelectual, organizativo y tecnológico. Necesitamos un Estado intachable, con personal altamente capacitado, organizado como los mejores del mundo, modernizado hasta los límites de nuestras posibilidades. Un Estado altamente eficiente, en capacidad de cumplir su rol en esta etapa histórica, para lo cual el compromiso de todos quienes trabajan en él, es una condición ineludible.
12.- Daremos lugar al plan de obras públicas más grande de la historia argentina. (Es importante señalar que todas estas propuestas están fundadas en estudios ya realizados por equipos que, sin distinción de ideologías, han demostrado la factibilidad de los mismos). Por ejemplo:
– Plan para la construcción de viviendas familiares dignas para un buen vivir. Pasar de las 200.000 actuales a 500.000 por año, en una década. Esto implica el crecimiento planificado en la producción de cemento, acero, ladrillos, cerámicas, aberturas, loza, etc. y la movilización de todos los gremios. Este plan reclama para su buen diseño la más amplia participación.
– Nueva red ferroviaria troncal para unir todo el territorio nacional. Transporte de cargas y pasajeros, observando la mejor conectividad interior entre ciudades, etc. y estudiando la conveniencia de trenes de alta velocidad para las regiones más densamente pobladas.
– Red Federal de autopistas. Tal cual lo propone el proyecto ya elaborado de 13.500 km uniendo los principales pueblos y ciudades del país. Para poder viajar en coche, micro o camión entre dos puntos cualesquiera del país, seguro y a velocidades razonables y eliminando la totalidad de los peajes.
– Un nuevo aeropuerto para el Comercio Internacional, lo que agilizará el transporte de cargas valiosas con el resto de los países, allí donde la demanda lo justifique.
– Un nuevo Puerto Nacional de Aguas profundas, moderno, eficiente y que canalice el Comercio Exterior de una buena parte del cono sur con rápida salida al océano Atlántico. Correctamente conectado con las redes ferroviarias, viales y aéreas.
– Impulsaremos inversiones para la transición energética. Debemos abandonar la idea de una matriz sostenida en combustibles fósiles (con emisiones de dióxido de carbono -CO2– responsables del efecto Invernadero y del Calentamiento global). Debemos ir hacia energías sustentables (eólica, solar, hidroeléctrica, hidrógeno, geotérmica, mareomotriz, biogás, etc.) Aunque hablemos de décadas, el comienzo debe ser ahora. Abriremos un debate responsable sobre la energía nuclear para que defensores y detractores puedan ayudarnos a iluminar el mejor camino en la materia.
– A la obra pública debemos sumar el relanzamiento de las industrias estratégicas que ya supimos tener (ferroviaria, naval, aeronáutica, espacial, etc.).
El financiamiento de estas obras e industrias saldrá de la riqueza creada a partir de las mismas obras e industrias. Es decir, la fuente de la mayor cantidad de dinero necesario para su financiación será la propia producción de riqueza, quitándole al sistema financiero su parasitaria capacidad de multiplicar el dinero sin generar ningún bien o servicio tangible para el conjunto social.
13.- Impulsaremos una democracia participativa. Será un salto cualitativo en lo político -cultural, en donde el pueblo, que ya logró elegir a sus gobernantes a través del sufragio universal, ahora, utilizando las modernas tecnologías de la información podrá decidir sobre los asuntos estratégicos más trascendentes, recuperando así el dominio de nuestro destino, hoy enajenado en castas superiores de embajadas extranjeras, de políticos incapaces, de empresarios sin compromiso, de periodistas mercenarios, de economistas serviles, etc.
14.- Plena Democracia Sindical, con elecciones libres y representación proporcional de todas las corrientes sindicales. Sin injerencias del Estado. Los Dirigentes serán elegibles por un período no mayor a 4 años y una sola reelección. Con mantenimiento del salario previo y todos los derechos de los trabajadores mientras dure su mandato.
15.- Aceleraremos la transición hacia una Argentina Ecológica. Defenderemos el aire, el agua, la tierra, los bosques, la biodiversidad. Planificaremos cada paso de nuestro desarrollo económico para que la huella ambiental (inevitable) sea la mínima y de fácil restauración. La defensa del ambiente no es una opción, es un deber con la permanencia de la vida humana sobre el planeta. Impulsaremos un reencuentro creativo con la cultura de los pueblos originarios y la elevación material de sus condiciones de vida, allí donde su existencia no se corresponda con la dignidad humana a la que aspira nuestro país.
16.- Acentuaremos nuestra presencia activa en el Mercosur. Ayudaremos al relanzamiento de la UNASUR y la CELAC, con la finalidad de dar pasos concretos hacia la Unión Latinoamericana. Volveremos a solicitar nuestro ingreso a los BRICS. Y trabajaremos incansablemente por un mundo en paz (donde los conflictos sean canalizados por la negociación entre las partes) cooperativo (para el buen vivir de todos los seres humanos del planeta) y multipolar para que reine la
amistad y la solidaridad entre todos los pueblos.
Humildemente nos necesitamos los unos a los otros para hacer un mundo mejor. Otro mundo es posible.
Enlace al Encuentro junto con el Dr. Mario Mazzitelli acerca del Socialismo en el S. XXI
https://drive.google.com/file/d/1c13flYwjpbKP-NGmwe2pR6YndJ7SjDK2/view?usp=sharing
Fin de la cita.
- Debo resaltar que a la misma concurrieron vecinos del barrio de Balvanera y también militantes y dirigentes del PSA, la Confederación Socialista, el Humanismo, la Izquierda Nacional, el peronismo, el radicalismo y el nacionalismo popular. ↩︎
Hola! Me encanta! Sólo que no dice nada de la Educación. Sólo que habría más presupuesto. Considero que es la base para argentinizar a nuestros jóvenes. Soy docente y puedo constatar que los estudiantes les cuesta demasiado pensar. Hay que cambiar las materias. Filosofía debería estar desde primer grado hasta el último de secundaria. También ecología, geopolítica y educación emocional. Soy de matemática y los contenidos que se dan ya son obsoletos en muchos casos.
Muchas gracias por las propuestas. Adhiero en cada punto. Me da esperanzas!