Por Camila Ossorio Domecq para Argentina en Red
Audio de la poeta hacia el final
Existió desde siempre. Se asomó por fin a concretar lo planeado
después de lidiar con eternas magnitudes efímeras, instantáneas,
sin límites ni tiempo.
Desde el vientre del universo, la creación nació, trayendo
a la vida hasta entonces esotérica y espiritual
como un sentir tangible y dinámico con estímulos y tiempo,
y que reaccionaba plena de variaciones y deseos, de sobresaltos
y de esencia perdurable: el Hombre y su ser.
Existir, ése era ya el punto concreto.
La indivisibilidad entre los hombres y el afecto
los indujo a no vivir en soledad.
Entonces, como aislados no podrían nunca amar,
por el propio amor se unieron entre sí,
y se fundaron en una idea irrebatible por surgir
y surgieron y forjaron con esfuerzo la Unidad.
Pueblos fuertes, gente nueva con creatividad y lucha,
fue la que paulatinamente, mediante el orden progresaba;
la justicia divina se rebelaba ajena
a las múltiples opciones que las culturas brindaban,
y que fueron ocupando y enclavando en cuerpo y mente,
los emblemas y las leyes, y los valores del alma.
Y una estrella mágica, de pronto, a lo lejos
brilló deslumbrando a cuanto pudo y quiso.
Y esa misma luz que traía regocijo,
a velocidad mediana se comenzó a transformar:
su luz blanca y brillante había opacado los caminos,
la fe de los hombres se esfumaba y se perdía
el pueblo heterogéneo demostraba rebeldía...
la unidad de ese pueblo amenazaba con quebrar.
Y entonces cayó, como piedra al vacío
la verdad irrefutable, la oscuridad siniestra;
se cambiaron los nombres, se hablaron otras lenguas
y los hijos de todos fueron iguales a nadie:
categorías y razas en una sociedad nueva
se mezclaron verazmente, enrareciendo el aire.
Se cambió también el rumbo de un continente sereno,
pues los sueños y los rezos apuntaron a otros lados
más lejos que la línea horizontal del mar cercano
más allá de donde brotaba la fantasía,
la realidad de ayer entonces nacía:
<<Pachamama>> era ahora “el Continente Americano”.
Y se enraizaron al pleno sentir desprevenido
la evolución y el progreso, la dinámica y el cambio,
otra historia a crear, otros juegos inventados,
otros hechos que sublimes, parecían cuentos de hadas
quedando por siempre en la gente, el idioma que hermanaba
y que la tierra incorporó disponiéndola en sus cantos.
Y gimiendo como un leño al crepitar ardiente
sonriendo con la imagen de la esperanza al llegar
se irguió delante del mundo una tierra diferente
la fusión de nueva gente, la vital fuerza de andar...
Sucedió así la historia de un nuevo continente
del que América es su nombre: su reseña, libertad.
Será Poesía
De la autora
Escenarios: De Rito y Retorno a Posmodern (2005)
Otras obras:
El Pájaro Azul (2015)
En el Nombre de tu nombre (2017)
La Guerra y la Paz (2023)